Era algo irónico.
June cantaba sobre no querer tener otra vida; pero si lo pensaba, esta era su segunda oportunidad.
Su segunda vida, de hecho.
Sin embargo, por mucho que su primera vida lo hubiera moldeado en la persona que era ahora, no tenía miedo de dejarla ir.
Cuando escribía las letras, solo pensaba en esta vida particular.
Esta vida donde conoció a una nueva familia, un nuevo grupo de amigos, y a su hermana, que puede vivir sus sueños.
Esta era la vida de la que no quería desprenderse, sin importar lo difícil que pudiera ser.
El sonido del viento contra la hierba alta traía paz a los espectadores, haciendo que cerraran los ojos por un breve silencio. Luego, las voces de los miembros resonaban suavemente en el silencio.
No estaban cantando. En cambio, estaban hablando, cada voz distinta.
—Ya vienen las lágrimas.