La arena estaba envuelta en oscuridad. La multitud contuvo la respiración ya que no podían ver nada frente a ellos.
Solo había una cosa en sus mentes: el espectáculo estaba a punto de comenzar.
Para la mayoría de las personas, esta sería la primera vez que verían la actuación en vivo de EVE.
Habían aumentado drásticamente su popularidad en el último mes y desde entonces no habían actuado en vivo.
Así que la anticipación era aún mayor esta vez.
Mientras tanto, las personas fuera del recinto y aquellas en sus respectivas casas que no habían tenido la suerte de conseguir una entrada, veían la transmisión en vivo en sus dispositivos.
—A todas las personas aquí dentro ahora mismo, ¿cómo se siente ser el favorito de Dios?
—Dios mío, ni siquiera estoy allí y mi corazón está palpitando.
El silencio se prolongó por unos momentos más.
Luego, sin previo aviso, un sonido fuerte y resonante atravesó el espacio. Rebotó en las paredes y llegó hasta los huesos de los presentes.
