June cerró los ojos y soltó un profundo suspiro mientras se detenía frente a la sala de práctica. Ya podía escuchar los pasos de las chicas desde dentro de la habitación, lo que aumentaba aún más su resentimiento hacia Fu.
—No puedo creer que me estés haciendo hacer esto —murmuró.
[¡Pero amas a tu hermana!]
—La alejaste de mí durante todo un año, ¿y ahora quieres que interactúe con ella? —Incluso me pides que la ayude a ganar la misión cuando quiero que tenga una vida tranquila. A veces, siento que realmente me odias.
[Nadie ama al anfitrión más que Fu.]
[Un día, te darás cuenta.]
June sacudió la cabeza. —¿Por qué no puedes hacer que lo sienta ahora?
—Primero, estabas espiando por la puerta. Ahora, incluso te estás hablando a ti mismo. ¿De verdad eres el ídolo más importante del que todos hablan?
June se giró y encontró a Mei una vez más, lo que lo hizo maldecir interiormente.
¿Por qué siempre lo sorprendía su hermana en los momentos más extraños?
