Para cuando June llegó entre bastidores, los otros miembros, con la excepción de Xion, ya estaban allí.
—Ahí estás —sonrió Lee Sik—. ¿Qué te tomó tanto tiempo? —preguntó.
—Mis compañeros de equipo fueron un dolor de cabeza —murmuró June, limpiando la saliva que quedó en sus mejillas. Todos le desearon suerte de una manera muy extraña y cariñosa—besos en la mejilla, así que tuvo que limpiar las marcas de lápiz labial de su rostro antes de dirigirse entre bastidores.
—Estoy celosa —murmuró Mimi en voz baja al notar una marca de beso solitaria en la línea de la mandíbula de June.
Nico frunció el ceño. —¿De qué? —preguntó con suspicacia.
«¡Quiero besarlo también!» exclamó en su mente. Sin embargo, al sentir la mirada de June en su rostro, rápidamente se inventó una excusa.
