—¿Cuántos calcetines has perdido? —preguntó June en cuanto llegaron a casa.
—¿Desde que nací? Unos veinte pares —respondió Casper con despreocupación.
—No —chasqueó la lengua June—. ¿Cuántos calcetines habéis perdido desde que empezamos a vivir aquí?
—Vaya, estás preguntando las cuestiones importantes —rió Jaeyong, encontrando ridícula su conversación.
—Hablo en serio —dijo June, cruzándose de brazos frente al pecho.
—Eh, no sé… perdí la cuenta después del tercero —dijo Jisung.
—Yo perdí uno —dijo Akira—. No suelo usar calcetines.
—Así que, por eso huele a mierda el salón de prácticas después de un día entero de ensayo —miró Zeth con disgusto—. Ponte unos malditos calcetines de ahora en adelante.
—¡Tú tampoco usas calcetines con tus zapatos de goma a veces! —levantó un dedo acusador hacia Zeth Akira.
—Eso es diferente —sonrió Zeth—. Yo no sudo. Mis pies no son una excepción, así que siempre huelen frescos y limpios.
—Qué suertudo, cabrón —murmuró Akira.