—¿Cuatro horas? —preguntó June con los ojos muy abiertos. ¿Teñir tu cabello puede tomar hasta cuatro malditas horas?
—Oui —respondió Kumo, un chico con cabello de colores del arcoíris cortado de manera extraña en algunos lugares.
June era escéptico al principio cuando vio al peluquero. ¿Sabes lo difícil que es confiar en un peluquero que tiene un cabello raro? Muy difícil. Este tipo también hablaba con un fuerte acento francés, lo cual era definitivamente extraño ya que lucía aún más nativo que los primeros coreanos en nacer en esta tierra.
—El cabello perfecto toma tiempo —respondió Kumo—. Teñir el cabello muy rápido lo daña. Si no quieres estar calvo a los 30, entonces te sugiero que sigas mi sugerencia.
June suspiró. —Está bien —dijo—. Pero por favor, ¿puedes hacerlo un rosa apagado? No lo hagas tan brillante —solicitó June, sacando su teléfono para mostrarle la inspiración que encontró.
