Eso sucedió puramente por casualidad. Después de aprender que podía obtener mucha experiencia haciendo eso, Rain comenzó a meditar entre las sesiones de entrenamiento y antes de irse a la cama, ya que realmente le ayudaba a tener sueño.
Aunque Rain hacía algo de meditación en su vida anterior, meditar ahora era algo que podía sentir mucho más en ese mundo. Podía sentir la energía y casi el ambiente a su alrededor como si tuviera algo así como otro ojo que solo se abría cuando los otros dos estaban cerrados. O tal vez solo eran sus otros instintos funcionando a toda marcha. De cualquier forma, podía percibir su entorno mientras meditaba, como si sintiera ondas pasando lentamente a través de él.
En una de esas lecciones de meditación, Rain se sintió mejor que de costumbre, como si estuviera rebosante de poder. Luego su concentración terminó cuando Leiah de repente entró en la habitación frunciendo el ceño.
(Una habilidad desconocida ganó experiencia.)
(Un camino desconocido ganó experiencia.)
—Pensé que sentí algo… ¿qué estás haciendo, Rain? —preguntó Leiah mirando alrededor.
—Nada —respondió Rain.
Leiah se rascó la cabeza y luego se fue. El momento fue demasiado sospechoso, y Leiah nunca venía a ver a Rain cuando él estaba meditando tranquilamente. Ella sentía que Rain también se sentía poderoso, y eso probablemente era mana.
—Parece que Mamá tiene algo de sentido mágico aunque trabaje como escriba —pensó Rain frotándose la barbilla pensativo—. Probablemente activé algún tipo de magia básica, y ella lo sintió.
Al final, Rain decidió hacer eso de nuevo por la noche cuando todos estaban durmiendo. Intentó concentrarse, y luego cuando se sintió así de nuevo, abrió los ojos con calma y mantuvo su enfoque. Gracias a eso, pudo ver un pequeño aura azul envolviendo su cuerpo. Antes de que se diera cuenta, su mana comenzó a disminuir… era verdaderamente algún tipo de hechizo.
—Mis parámetros son los mismos, así que no es un hechizo de apoyo… debe ser uno defensivo —pensó Rain—. De todos modos, este sistema es raro. Se suponía que debería poder ver las habilidades una vez que las aprendiera, pero no puedo... tal vez se necesita cumplir algunos requisitos o simplemente forzar su uso no es suficiente.
Rain tenía que estudiar más el tema, pero era un buen progreso en el camino de la magia.
Desde ese día en adelante, Rain intentó usar mana de otras formas, pero era bastante difícil… lo logró al principio porque la habilidad era simple, pero los pasos siguientes no eran así. También estaba gastando mana sin experiencia, así que no podía hacerlo a la ligera.
Mientras Rain hacía eso, también realizaba su trabajo de correr por la mañana. Gracias a ello, estaba perdido en sus pensamientos y no se dio cuenta de que su padre se estaba acercando. Eso era inusual... Rain se quedó congelado en el lugar ya que mantenía en secreto su entrenamiento de sus padres.
—Oye, no pensé que te gustara correr tanto, Rain —dijo Roan—. Yo odiaba entrenar cuando era un niño, pero supongo que tienes energía de sobra.
—... Bienvenido de vuelta, Papá —dijo Rain mientras forzaba una sonrisa.
—Ahora que lo pienso, estás en la edad en que deberías interactuar más con otros niños —Roan se rascó la barbilla—. Los hijos de mis amigos tienden a jugar juntos; tú no los conoces ya que vivimos en una zona diferente, pero…
Roan dio la idea, pero ahora estaba dudando. Probablemente porque Rain no era un noble, pero tampoco un plebeyo. Roan probablemente pensaba que no encajaría ya que su hijo era demasiado callado. Se sentía aún más preocupado ya que esa era una situación que él había causado.
En cuanto a Rain, no le importaba interactuar con otros niños. Jugar con ellos era una pérdida de tiempo cuando podía seguir enfocándose en desbloquear nuevos caminos y volverse más fuerte.
Aun así, a pesar de todo su progreso, Rain no se sentía mucho más fuerte que un niño que se supone que tenía diez años o algo así. Claro, tenía tres años, pero aun así… se sentía como si un humano ordinario de la Tierra tuviera los mismos parámetros que un humano al nivel cincuenta del camino humano.
—Supongo que empezar con diez puntos en Puntos de Vida realmente me hace entender que solo soy cincuenta veces más duro que un bebé recién nacido. Este sistema es bastante metódico —pensó Rain.
—Siempre pareces perdido en tus pensamientos —Roan mostró una expresión preocupada—. De todos modos, estoy agradecido de que nunca armes un alboroto y hagas las cosas más fáciles para mí y tu mamá. Puedes decirme cuando decidas jugar con otros niños.
Eso nunca pasará, pero Rain estaba agradecido por esas palabras. Ahora que había sido descubierto, Rain no tenía que ser tan sigiloso con su entrenamiento. Aun así, eso no significa que no parezca extraño para un niño de su edad.
Por esa época, aunque Rain no tenía que ocultar su entrenamiento, no tenía la oportunidad de hacer mucho más ya que Dana comenzó a gatear. Leiah tenía que trabajar, así que él mantenía ocupada a su hermana pequeña, asegurándose de que no fuera a ningún lugar peligroso.
—No me tires de la mejilla... mal, Dana —dijo Rain cuando bloqueó su camino cuando Dana estaba a punto de salir de la casa.
Dana ya tenía alrededor de ocho meses y aún era un poco regordeta, pero era linda, como una muñeca. Aunque era traviesa así, a Rain no le importaba mucho cuidar de ella. El trabajo de los hermanos mayores es cuidar a los menores, después de todo.