Froma estaba en medio de un ataque de llanto en la sala de reuniones, y ninguno de los miembros de la Grulla Carmesí pudo entender mucho sobre lo que quería decir. Incluso habían analizado el otro equipo que habían traído, pero nada ocurrió cuando lo sostuvieron.
Al final, Froma se secó las lágrimas y pudo hablar nuevamente, pero todavía no estaba de humor para discutir lo que había sucedido con los demás.
—Está bien —dijo Froma para sí misma—. Había una nota sobre la mesa, así que sé lo que está sucediendo, pero aún se siente extraño. Ese extraño Mago Oscuro, ¿por qué no puso la nota encima de la tela?
Froma pensó hacia atrás y tuvo que admitir que podría haber sido su culpa. Después de quitar la tela, revelando el arma, había ignorado completamente la nota en la mesa y fue directamente a coger el arco.
Ahora estaba atascada con el arco, similar a cómo Tilon estaba atascado con el escudo. El resto del grupo estaba esperando hasta que finalmente, Raze empujó las puertas dobles.
