La parte más difícil de enfrentarse a uno de los comandantes del Gremio de la Gloria sería el hecho de que pasaban la mayor parte de su tiempo en la base del gremio, lo que significaba que estarían rodeados por una gran cantidad de personas en todo momento.
Actualmente, afuera, tanto Kelly como Harvey estaban sentados en una tienda de conveniencia comiendo juntos. Ella llevaba ropa informal para el fin de semana, mientras que Harvey todavía llevaba una sudadera que cubría su cabeza.
—Entiendo que no podemos andar por ahí con nuestras túnicas diciéndole a todos quiénes somos, pero ¿no crees que usar una sudadera así te hace parecer un poco viejo? Te ves como uno de esos policías encubiertos falsos —comentó Kelly.
—Aunque no soy famoso ni una estrella de cine, sería peligroso para mí si me vieran o reconocieran, y podría poner en peligro nuestra posición —explicó Harvey—. Si te atrapan, podrías dejar la escuela y estar en fuga.