El atributo del viento, de todos los atributos mágicos, era el más codiciado por los magos. Esto se debía a lo fácil que era aumentar su poder de atributo, al menos al principio. La forma de incrementar su poder era mediante el uso repetitivo.
Cuanto más usaba un mago hechizos y poderes del viento, más aumentaban los puntos de atributo. A medida que los puntos subían más, uno tendría que contar seguramente para poder utilizar los hechizos cada vez más y aumentarlos.
Así que aunque al principio el crecimiento era rápido, el progreso se ralentizaba drásticamente con el tiempo. Para Raze, no era algo que pudiera hacer en su situación actual.
Si se pusiera a utilizar sus habilidades una tras otra, no le quedaría mana, y aún estaba en una situación peligrosa. Aún no había descubierto por qué su familia había sido asesinada en aquel entonces, y la posibilidad de que hubiera asesinos tras él.