—Antes de poder ayudar a otros, ¡también necesito concentrarme en mí mismo! —Kron decidió intentar escapar, dirigiéndose hacia un lado de la formación.
Tres de los miembros del clan avanzaron con espadas en sus manos y apuñalaron justo en sus antebrazos, pero Kron no se detuvo y en cambio continuó empujando hacia adelante.
—Con las espadas clavadas en su cuerpo, gruñó a través del dolor y empujó, sus músculos eran fuertes y el Qi que los alimentaba les impedía adentrarse más en él y herir sus órganos vitales.
Los brazos de los atacantes se torcían mientras él seguía empujando hacia adelante, no tuvieron más opción que soltar. Kron irrumpió a través de las puertas y saltó por la escalera, aterrizando en el patio.
La sangre goteaba de sus heridas, y cuando se levantó, ya había tropezado a un lado varias veces.