—Solo fue por un breve momento que Raze alcanzó a ver al joven de pasada. Los dos hicieron contacto visual, pero el joven no tuvo prácticamente ninguna reacción, aparte de la curiosidad por saber por qué estaban trayendo gente al clan, especialmente en un momento tan importante.
Para Raze, sin embargo, eso avivó su memoria sobre dónde había visto a esa persona antes, y por qué había escuchado el nombre del clan también.
«Nunca llegué a devolverle el favor. Mucho ocurrió en aquel entonces. Desafortunadamente para él, recuerdo los rostros de todos los que han intentado perjudicarme», pensó Raze.
Al entrar al edificio principal en el centro, el grupo fue llevado a una habitación grande y casi vacía con suelo de madera.
Había marcas de desgaste en el suelo, así como armas y ornamentos que habían sido colgados en la pared. No había nada que destacara, y Raze podía decir que eran más bien objetos de exhibición que de uso práctico.