—Gran Escudo, ¡ahora necesito tu ayuda más que nada! —Tilon sostenía firmemente el escudo y usaba una de sus conocidas técnicas defensivas. Cargó hacia adelante, clavando su pierna en el suelo con ella apuntando frente a él.
El borde afilado de la parte inferior del escudo en forma de V rasgaba el suelo con cada paso que daba. Los miembros del Clan Behemoth, al ver esto, se lanzaron a golpear el escudo.
Utilizaban sus técnicas, el Qi en sus cuerpos, y golpeaban el escudo desde el borde, pero no hacía nada. El escudo se sentía tan liviano como si nadie lo estuviera atacando desde el otro lado.
Si algo, con cada golpe, parecía que Tilon se reenergizaba. Toda la energía, todas las lesiones y dolores que tenía, estaban mejorando.
Fracasó en darse cuenta de eso porque tenía una sola idea en mente de llegar al lado de Alba.
Polter hizo un gran swing y en ese momento, Alba sintió que no podía levantar las manos. Le habían fallado, toda su energía estaba agotada.