Después de que los residentes se saciaran de comida, estaban más animados que de costumbre. Todavía había suministros que los mantendrían activos por un corto periodo de tiempo, pero nada definitivo por ahora.
Sin embargo, las cosas naturalmente ya comenzaron a tener un cambio algo positivo en la ciudad. Reparaciones en algunas de las casas, los grandes agujeros en la carretera que a veces atrapaban un carro, la gente empezaba a trabajar.
Tenían más energía que antes, y eso les permitió trabajar en los problemas serios que ayudarían a mejorar la situación de sus familias.
No era perfecto, aún había demasiada preocupación en las mentes de los habitantes del pueblo.
La única gracia salvadora para Raze y su grupo era que la población del pueblo era baja, de alrededor de tres mil personas, de lo contrario, sus fondos se agotarían bastante rápido.
