Anna miró fijamente a Raze y extendió la mano para tratar de agarrar su brazo. Pero antes de que pudiera tocarlo, él se había apartado.
Los demás que observaban tomaron nota de esto.
«Parece que no están tan cercanos si ella no le permite tocarlo», pensó Rayna.
Al ver a otra mujer al lado de Raze viajando con él, varias preguntas surgieron en su cabeza. Afortunadamente, todos habían experimentado la desconfianza de Raze hacia el contacto físico, y parecía que no había favoritismo exclusivo con esta persona en particular.
—Solo quería advertirte que este podría no ser el mejor momento ni el mejor lugar para mencionar el asunto del que estás hablando —sugirió Anna.
El grupo estaba al lado de una pasarela general. La ciudad también estaba llena de gente. Quién sabe cómo reaccionaría Alba ante ciertas noticias.
Por otro lado, podría ser mejor decírselo en público porque estaría menos inclinada a actuar.