Los demás habían estado observando todo el tiempo, dejando que Raze se ocupara de todo lo que estaba sucediendo. Él tenía el control de la situación, y estos eran intrusos que iban tras su espada.
Así que pensaban que él tenía todo el derecho de manejar la situación, y afortunadamente Raze era más fuerte que aquellos que lo atacaban, tanto así que si él quisiera, podría someter a cada uno de ellos.
Tenía que ser increíblemente hábil o más poderoso que su oponente para poder hacer algo así. Por eso, en su interior, todos estaban un poco sorprendidos cuando habían sido testigos de lo que Raze acababa de hacer.
Inmediatamente, Harbour se golpeó la frente mientras negaba con la cabeza.
—Eliminó al miembro de la Grulla Carmesí, esto no puede ser bueno —murmuró Harbour para sí mismo.
—Es cierto —respondió Anna, mirando la cabeza en el suelo, la cual estaba analizando, asegurándose de que realmente era el miembro de la Grulla Carmesí y todo le decía que así era.