—Ivor estaba nervioso porque esta tarea parecía tener mucha presión sobre él por parte de los superiores. Estaban observando este caso atentamente.
La primera llamada que había recibido fue extraña, y la segunda aún más rara. A decir verdad, ya estaba caminando sobre la cuerda floja.
Desde que habían estado haciendo esta captación, Ivor había sido estricto en su evaluación, solo dejaba pasar a unas pocas personas. Le habían pedido que fuera más flexible, pero simplemente había perdido los papeles cuando vio a los desconocidos frente a él, faltando al respeto al nombre del Clan del Mordisco Letal.
En el presente, Ivor estaba afuera, el arma colgada a su lado. Junto a él estaba Bargo, quien estaba de pie de manera relajada, siempre sonriendo mientras el sol golpeaba su rostro.
Luego había tres nuevos guardias miembros del clan frente a él. Dos mujeres y un solo hombre llevando el uniforme del Clan del Mordisco Letal.