Con todo lo que había ocurrido, se permitió a todos los estudiantes de segundo año que pertenecían al Grupo de la Diadema Roja regresar. Esto fue gracias a las palabras convincentes de Amir a Murkel.
Nadie sabía exactamente qué había dicho ese día, pero había logrado calmar al director para tomar una decisión. No solo eso, solo se hicieron preguntas muy simples a los estudiantes sobre los eventos que habían ocurrido, y tampoco eran muy incisivas.
Los mismos estudiantes no querían preguntar acerca de ello porque se sentían como si hubieran salido impunes de un asesinato por la situación en la que se encontraban.
Aunque no todo eran campanas y silbatos para el grupo. Los de segundo año debían permanecer en la academia principal. No se les permitía interactuar con ninguno de los otros estudiantes o profesores que no fueran los que se les habían asignado en la academia principal.