—¡Oye, oye, oye! —dijo Kizer, sorprendido de escuchar las palabras de Alba—. ¿Realmente estás pensando eso? Digo, hiciste tanto para conseguir a alguien así de nuestro lado, y ahora estás pensando que no es nada especial.
Su estómago se hundió cuando Kizer dijo esas palabras en voz alta, pero después de ver lo que había visto hoy, no podía evitar pensar de esa manera.
—Todo lo que sabíamos sobre el Mago Oscuro, los extraños poderes que tenía, su habilidad para abrir portales y su habilidad para crear objetos especiales, eso era lo que lo hacía especial —explicó Alba—. No había nadie en el mundo de Pagna que pudiera hacerlo. Ahora que lo pienso más, tendría sentido. Estas dimensiones están vinculadas a otros mundos en primer lugar.