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Los profesores en la academia principal se habían congregado en la escena de las bestias y actuaban rápidamente. Estaba bastante claro que habían realizado simulacros para esta ocurrencia, o que era algo que ya había sucedido antes.
Los profesores se dispersaron y se dirigieron a sus respectivas áreas donde estaban los estudiantes. Las bestias del portal ya habían alcanzado todas las áreas y no eran bestias promedio tampoco.
Las bestias menores que se arrastraban, saltaban y tenían poderosos colmillos tenían que ser al menos de nivel 3. Era algo que la mayoría de los estudiantes no podían manejar, razón por la cual ya habían ocurrido algunas muertes.
Sus cuerpos yacían en el suelo y los estudiantes se agrupaban en el patio, siendo protegidos por sus respectivos profesores.
—¡Esto es demasiado! —gritó el profesor de la Cinta Azul—. No podemos manejarlos solo nosotros; necesitamos que uno del personal superior nos ayude.