El grupo de estudiantes quedó estupefacto una vez más. Todos podían sentir la sangre hirviendo momentos antes. Estaban listos para saltar sobre Raze en cuanto él actuara; estaban listos para ayudar al otro estudiante rojo mientras luchaban.
En sus cabezas, ya imaginaban lo que iban a hacer. En medio de la confrontación, imaginaron que se unirían y, con muchos de ellos, o todos, podrían enfrentarse a Raze.
Sin embargo, fueron incapaces de actuar cuando llegó el momento. Raze había desenvainado su espada, y casi no le vieron atacar. No lograron escuchar nada y el golpe no encontró resistencia. Cuando alcanzó al estudiante, todos temieron que si intentaban actuar, correrían la misma suerte.
La acción siguiente fue aún más extraña para ellos. Porque vieron a Raze en medio de todos los presentes, arrastrando al estudiante a través del suelo, llevándolo hacia la oscuridad.