Volviendo de la subasta, Raze intentaba calmarse. Sabía que estaba de mal humor y que era mejor no actuar impulsado por su emoción. Era algo con lo que había tenido problemas toda su vida.
Ciertas situaciones, escenarios por los que pasaba le recordaban su infancia, le recordaban su vida pasada. A veces no le importaba esto, porque era lo que lo impulsaba a seguir adelante, pero cuando era indeseado las emociones se volvían demasiado fuertes para lidiar con ellas, y esta era la mejor situación.
De camino de regreso, Raze se iba a quedar en la posada y dar por terminada la noche, pero había estado caminando sin rumbo fijo sin saber realmente hacia dónde se dirigía por un tiempo, solo había estado mirando al frente, y fue entonces cuando pudo ver que una multitud bastante grande se había reunido justo más adelante en el cruce de calles.