—Sé lo que todos están pensando —dijo Dame en voz alta, rompiendo la tensión en el aire—. Todos ustedes se preguntan por qué fui yo quien fue elegido y por qué estoy aquí con ustedes. Si hubiera sido uno de mis hermanos, tal vez tendríamos una mejor oportunidad, o tendrían más confianza.
—En este momento, tengo que admitir que nadie cree en nosotros. Pero les digo ahora, podrán conocerme como un tonto, un donjuán o lo que sea, pero de una cosa estoy seguro —no planeo morir, y ustedes tampoco deberían.
Con una señal hacia Fixteen, repartió las píldoras una por una, yendo de persona a persona. Para su propio grupo, cada uno de ellos usaría las Píldoras de Maná Maldito Incomunes originalmente destinadas para la Grulla Carmesí y su grupo. Dada la situación grave, decidió usar la mitad de ellas e inventar excusas para el resto.