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Aldred Winsley era un corredor para el Grupo KariBlanc, uno de los principales establecimientos comerciales en el Mercado Negro de la Capital.
Como un hombre astuto y atractivo en sus primeros treinta, había supervisado y manejado personalmente muchas negociaciones que se llevaron a cabo en los negocios de KariBlanc.
Como resultado, tenía un buen sentido de las ventas y los contratos, así como de cómo obtener el máximo beneficio para sus empleadores.
Precisamente por eso se sorprendió cuando entró en la recepción para encontrarse con el vendedor de quien le habían informado.
—¿Quiénes son estas personas...? —murmuró para sí.
Por lo que podía ver, no eran muy impresionantes.
El que se suponía que era el guardia tenía una postura muy lánguida, como si estuviera exhausto después de una larga caminata.
Su pobre actitud no era apropiada para un guardia. Si un enemigo atacara por sorpresa, no podría proteger a su empleador adecuadamente.
