—¿Oh?
Rey en ese momento estaba observando la civilización de los Hobgoblins, la cual había ayudado a impulsar, y una expresión de orgullo irradiaba a través de su rostro.
—Han pasado como cuatro días desde la última vez que vine aquí. Os estáis manejando bien por vosotros mismos.
Por primera vez, el lugar no olía mal—al menos, no demasiado—cuando entró al claro.
E incluso ahora que estaba de pie entre los Hobs arrodillados, podía notar muchos cambios.
—Todo está tan limpio. Han hecho las ollas según las instrucciones, y están cuidando adecuadamente de sus desechos.
Todo estaba en perfecto orden.
—Sería bueno añadir algunas cosas más—como ropa de calidad y variedad de comida—pero no es necesario para que sean útiles para mí.
Como resultado, Rey decidió dejar ese pensamiento en segundo plano.
Ahora tenía peces más grandes que freír.
—Ahora mismo, este es el lugar más seguro para mí y mis propiedades...