~ ZEV ~
Se estaba volviendo loco. Literalmente perdiendo la razón. Nick lo observaba, con los ojos cautelosos, mientras la mano de Sasha se tensaba en su espalda.
—¿Crees... —balbuceó— que te voy a entregar a mi hijo... cuando tiene... siete años?
Nick lo miró fijamente. —No quise decir entregártelo. Solo quise decir que podríamos comenzar el entrenamiento —¡mierda!
Más rápido que un rayo, Zev levantó a Nick y lo estrelló contra el suelo, cayendo con él, una mano en su cuello usándola para fijarlo al suelo.
Nick hizo un extraño ruido sofocado y arañó la mano de Zev. Pero Zev lo tenía inmovilizado y su mano oprimía su garganta.
—¿Crees que no recuerdo mi entrenamiento, Nick? —murmuró a través de sus dientes—. Lo recuerdo. Recuerdo cada momento. Cada tipo de arma en la que me convertiste. Sé exactamente cuán fuerte soy y exactamente cuánto tiempo te llevará morir.
Incapaz de hablar o incluso respirar, Nick se agitó por un momento, sus ojos abiertos y aterrados. Zev asintió.