```
—¿A dónde van? —preguntó Candace se encogió de hombros—. Esa es una tradición sobre la que no sé nada. Ocurre cada vez que uno de esos hombres encuentra pareja, pero no nos dicen qué hacen.
—Tonterías de machos alfa —las palabras fueron murmuradas a la derecha de Elia y ella se giró. Aymora estaba parada, con los brazos cruzados, frunciendo el ceño en la dirección en la que los hombres habían desaparecido—. Se esconden en alguna cueva que descubrieron cuando eran cachorros y golpean sus pechos y rugen, y deciden que son hombres grandes y fuertes porque guardan secretos —bufó—. Todos regresan más tarde con cara de tontos. —Hizo un gesto con la mano—. Lo hacen cada vez que uno de ellos encuentra pareja, como si acabaran de descubrir la práctica, o algo así.
—¿Por qué no lo hicieron después de las Llamas y humo entonces? —preguntó Elia, con curiosidad.