```
—Intentó dormir, pero esta cueva que olía tan extrañamente y era tan alta, no la dejaba relajarse. Incluso las presas que eran parientes, las presas que no podía comer, permanecían en silencio.
—Necesitaba a su pareja —el impulso la empujó a ponerse de pie de nuevo, paseándose por el espacio inseguro—. Necesitaba a su pareja. Los jóvenes venían y él era necesario. Su fuerza, su dominio, para cuidar de ella cuando llegara el momento.
—Él estaba allí afuera, ella podía olfatear el espacio que conducía hacia él. Pero él no venía.
—Intentó dormir, pero no pudo.
—La que estaba dentro apestaba a miedo y dolor, anhelando a la pareja también. Golpeando su interior, rogando por ser liberada.
—Ella gruñó. Esta estaba herida y enferma y se debilitaba. Demasiado débil.
—Sacudió su cabeza, sus orejas chasqueando contra su cráneo.
—Demasiado débil para ser permitida vagar cuando los jóvenes venían. Necesitaba estar segura.