—Lerrin, no puedes —dijo ella en un susurro—. Él te matará.
Lerrin gruñó. —No si nuestro plan funciona. Y aunque algo salga mal, yo me enfrentaré a él.
—Lerrin
Él volvió a darse la vuelta hacia su baño, sin querer ver el horror en su rostro o considerar lo que significaba. Habló al agua. —Sé que quieres ver esto terminar pacíficamente, pero debes ver si él ha comenzado a matar a su propia gente a sangre fría, solo está a un paso de caer sobre nosotros aquí. Es crucial que tome las riendas, mantenga el control del conflicto —somos superados en número.
—Sí, pero
—No te preocupes, Suhle, nuestro plan me permite una escapatoria —incluso si algo sale mal, no me sacrificaré al Gato. Viviré para luchar otro día. Pero esta vez estaré allí para asegurarme de que sea derrotado. No dejaré que esté en manos de alguien que no pueda dominarlo si llega a eso.
—Pero