—Su mandíbula estaba tensa, con determinación —Elia lo sabía—. Esperaba que los demás pudieran olerlo para verlo. Que no creyeran que tenía miedo.
—No había pensado en eso —admitió Reth, mirando a Aymora y luego a Brant—. ¿Qué opináis?
—No hay manera de saberlo —dijo Aymora.
—No creo que deba cambiar tu decisión —agregó Brant—. La fortaleza de carácter siempre será más importante para resistir la tentación que la fuerza del cuerpo.
—No cambiaría mi decisión —insistió Gahrye—. Pero quiero saber para qué prepararme.
Brant se encogió de hombros.
—Prepárate para lo peor. Así estarás equipado. Y posiblemente te llevarás una grata sorpresa —dijo.
Gahrye resopló, pero Aymora intervino.