—Elia inhaló sorprendida y abrió la boca, pero él le lanzó una mirada y ella la cerró de un golpe. Dio un paso adelante y asintió a Brant—. Pregúntame, responderé lo que sea —dijo con severidad.
—La cara de Brant era una máscara impenetrable—. ¿Conocías a tu pareja antes de la noche del Rito de Supervivencia?
—Sí.
—¿Cómo?
—Cuando éramos cachorros. Yo tenía diez años cuando mis padres me enviaron al mundo humano para protegerme. Éramos vecinos y nos hicimos buenos amigos.
—¿Había un lazo romántico entre ustedes entonces?
—Elia hizo un pequeño ruido en su garganta, pero la mano de Reth se contrajo y ella se mantuvo en silencio—. Ninguno.
—¿Sabías que ella sería elegida como sacrificio humano para el Rito? —preguntó una de las hembras.
—Reth negó con la cabeza—. No tenía conocimiento de su presencia en Anima hasta que entré en el Círculo esa noche.
—¿La reconociste?
—Por su olor.
—La mujer asintió.