Hannah no le gustaba el ambiente sombrío. Dio una palmada con una sonrisa brillante en los labios para romper el silencio mientras se sentaba en una silla alrededor de la mesa redonda y preguntó:
—¿Ah... están jugando sin mí?
Las palabras hicieron que Miri mirara a Hannah con una mirada fulminante mientras decía:
—No queremos jugar contigo, ¿verdad Ami?
Ami asintió con la cabeza en señal de acuerdo, haciendo que Hannah mirara a sus amigas con ojos muy abiertos llenos de confusión.
—¿Por qué? —preguntó con una cara llena de inocencia.
La expresión hizo que Miri frunciera el ceño mientras decía:
—Primero dinos, ¿adónde fuiste?
Y Hannah cayó en silencio.
Su silencio solo hizo que Miri y Ami las tuviesen más sospechas ya que se miraron la una a la otra y luego a Hannah.
Fue Ami quien se puso la mano en la cadera y dijo a Miri:
—¡Ves! Te dije que esta chica nos oculta algo. Te lo he estado diciendo durante mucho tiempo pero simplemente no me creías.