—Aunque mucha gente piensa lo contrario, ¡yo no mato personas sin razón! —como si leyera sus pensamientos, murmuró con suavidad de manera justa que provocó una burla en su rostro.
—¿No has matado a la profesora que me entrenó? —replicó ella, solo para que él sonriera de una manera divertida.
—Eso fue porque Escarlata la envió para enseñarte de manera diferente. Quería verte muerta. —Sorprendida por la repentina respuesta, se quedó en silencio e hizo un repaso mental de todas las conversaciones que había tenido con su profesora.
No recordaba nada que pudiera inducir a otros a matarla, pero de nuevo, no tenía idea de cómo funciona la mente de estos vampiros.
—¿Entonces qué hay de las criadas que me ayudaron a bañarme esa noche?