—¿Para quién trabajaba la criada? ¿Quién estaba detrás de todo esto? ¿Era Damon? —La reina se puso aún más nerviosa cuando se enteró de la desaparición de la criada.
—Él no había estado presente durante la caza ya que tuvo que suplir al rey en el pueblo y asegurarse de que las cosas transcurrieran sin problemas con los plebeyos y la gente sin importancia del reino.
—Todavía no había regresado ya que algunos asuntos lo habían mantenido ocupado y, aunque lo que sucedía en el palacio era muy importante, asegurarse de que la gente fuera de las murallas del palacio estuviera completamente segura y no se descontrolara o se cebada con la pequeña población humana del reino, era igualmente importante.
—Pero, ¿había alguna razón para que él hiciera algo así? Por más que lo pensara, no había nadie más dentro del palacio que se atreviera a ir en contra de ella, aparte de Harold. Y ya que era obvio que no había sido Harold, Damon era la única otra persona que se le venía a la mente.