—Huye de aquí —susurró Knox—, y Julie giró la mirada hacia el Corvin, con quien había estado hablando hasta ahora—. Mis poderes son muy limitados y no puedo protegerte en este momento. Intentaré hacer lo mejor si encuentro algo que pueda ser útil para ti.
Sintió cómo el terror empezaba a llenar todo su cuerpo, y dio un paso atrás antes de comenzar a correr, escuchando el sonido de los pasos que la seguían rápidamente, que pertenecían al vampiro.
Julie no había esperado enfrentarse cara a cara con un vampiro aquí. Esa era la última cosa que le preocupaba cuando se encontró atrapada en este lugar. No corrió en línea recta y en cambio se movió hacia la izquierda y hacia la derecha, esperando distraer al vampiro que la perseguía. Sus ojos buscaron rápidamente una posible estaca de madera, pero la adrenalina que corría por sus venas le dificultaba concentrar su atención en la búsqueda de un trozo de madera.