Como era de mañana en ese momento, caminaron por el bosque, intentando recuperar el tiempo y los años perdidos entre ellos. Penny todavía no podía creer que había fingido lágrimas frente a Caitlin cuando necesitaba ayuda. El recuerdo la hizo sonreír aún más, haciéndole darse cuenta de que cuando envejecieran, miraría atrás para ver lo divertidas que eran las cosas. Las cosas ya no parecerían importantes y en cambio, serían asuntos triviales.
Al regresar a la mansión, Penny consiguió dormir un poco ya que la noche anterior Damien y ella habían estado ocupados en la mansión de Creed y luego en la mazmorra junto con el brujo.
Le resultaba un poco difícil pensar que el otro brujo se había suicidado para no ser capturado y torturado por información. ¿Eran las brujas negras tan leales a las de su misma clase? Algo no cuadraba bien allí, pensó Penny para sí misma.
Penny no durmió mucho ya que sus ojos se abrieron en menos de una hora y entró al baño para lavarse y prepararse.