Penélope parpadeó sus ojos una vez más al pensar que estaba imaginando cosas o algo había llegado a flotar frente a sus ojos, pero ese no era el caso en absoluto.
—¿Qué ocurre? —preguntó Damien a Penny, quien parecía sorprendida por el color de sus ojos.
Durante los primeros segundos, observó sus orbes negras de ojos, que se veían tan oscuros como el color de su cabello, que era negro azabache, —T-tus ojos, maestro Damien —continuó observándolo mientras Damien se giraba para volver hacia donde ella estaba en el puente.
El viento sopló, la intensidad de este en sus oídos subía y bajaba mientras se movía a su alrededor. Los extremos sueltos de su cabello fueron barridos hacia el lado izquierdo de su rostro y hombro. Algunos de los cabellos más finos obstaculizaban su visión, los cuales no se atrevió a quitar ya que sus ojos se centraban en Damien, enfocándose en sus ojos, los cuales eran de un color obviamente oscuro.