Elliot caminó hacia la ventana, colocando su mano en el alféizar mientras miraba la nieve que había cubierto la tierra alrededor de la mansión —Cuando era joven era un niño rebelde. Mi padre quería que hiciera algo bueno en la vida, vivir y tener una vida como la de los vampiros de sangre pura. Éramos vampiros promedio, similares a la clase media de la sociedad excepto que, a diferencia de los humanos, tenemos comida disponible caminando a nuestro alrededor —dijo, haciendo una pausa y luego continuando—. Mi hermano se quedó y yo me fui. Quería vivir mi vida como un pájaro libre. Hacer lo que sentía que era correcto y en lo que era bueno.
—Te uniste al teatro —dijo Penny, viéndolo asentir.
—Lo hice y amé cada parte de ello. Intenté hacer que mi padre lo viera, reconciliarme, pero eso nunca ocurrió hasta que me uní al Señor Alexander con su trabajo aquí —pensó Penny para sí misma que era bueno escuchar eso.