Penny salió de la habitación, llevando una de las linternas que había tomado de la habitación. Se dirigió hacia las escaleras que era donde estaba la habitación secreta. Sus pasos eran silenciosos e inaudibles mientras caminaba. El fuego en los cuencos en la parte superior de las columnas había disminuido ya que la mayoría de ellas habían ido a trabajar, mientras que algunas brujas blancas todavía estaban trabajando en las armas hechas de agua bendita que debían ser entregadas temprano al consejo.
Mientras caminaba, oyó algo, pasos que la seguían detrás suyo, a los lados.