Colocando la caja sobre el primer banco, ella desbloqueó el pequeño candado y la abrió para mostrar una serie de balas doradas que lucían extremadamente brillantes. La disposición de las balas en la caja le recordaba a Penny los huevos que se clasifican para la venta.
La chica llamada Jera abrió la boca para explicar:
—Las balas no son diferentes a las que tenemos en las balas de plata —tomando una de ellas levantó la mano para que todos pudieran verla—. La punta es mucho más afilada, que perforará el cuerpo sin dañar las puntas. Aparte de tener la composición de plomo y acero, hemos usado las cenizas del lago. Se sabe que los huesos tienen sus propias propiedades ácidas que ayudarán a disolver cuerpos, para ser específicos las brujas.
La Hermana Jera continuó explicando: