—Las damas no se quedaron mucho tiempo sino que regresaron al interior de la mansión, dejando al mayordomo y a la doncella muerta que aún no había sido trasladada. Falcon frunció el ceño ante una duda que surgió en su mente. ¿No había salido el maestro Damien hacia el consejo temprano en la mañana en la carroza? ¿Cómo llegó sin ella? ¿Había dado su amo un largo paseo?
La doncella que había sido asesinada tenía su cuerpo esparcido en el suelo. Sin vida, con la sangre que se había asentado alrededor de su rostro, empapando el lado de su cara que tocaba el suelo.
De vuelta en el interior de la mansión, en la tranquila habitación que pertenecía a Damien, Penny estaba de pie con sus manos que rodeaban su cuerpo. Lo miró mientras él caminaba hacia el baño. Levantando el tapón de agua fría antes de volver a colocarlo donde giró la llave del grifo para permitir que el agua caliente comenzara a llenar la bañera.