Exactamente un mes después de la boda secreta de Rosalind y Lucas, un anuncio inesperado resonó por los pasillos de Rothley Estate. La otrora debilitante enfermedad que había azotado a los habitantes de la propiedad había desaparecido milagrosamente.
La noticia se esparció como fuego, encendiendo esperanza y alivio entre la gente. Sin embargo, esta recién descubierta alegría se vio ensombrecida por una tormenta de drama e intriga que estaba a punto de desatarse.
En el lapso de un día desde la proclamación del Duque, una cantidad de invitaciones y extravagantes regalos inundaron la propiedad. No eran solo las familias nobles del norte las que enviaban sus ofrendas, sino también las prestigiosas Familias de los Siete Imperios.
El mero volumen y opulencia de estos tributos hablaba mucho sobre la magnitud de esta unión.