—¿Cómo pudiste permitir que hicieran eso? —dijo Ena—. ¿Por qué me detuviste?
—El Duque no es estúpido. Debió haber arreglado todo el asunto. ¿Realmente esperabas que todo terminara allí si actuabas? —profirió Hayle Gliss. Estaba sentado frente a Ena dentro del carruaje. Agarró una botella de vino y comenzó a beberla directamente de la botella—. Ir allí fue un error. ¡Odio a ese Duque! ¡Algo es diferente en él esta vez!
—¡Tú— si sabías que era un error entonces por qué no me detuviste! Podrías haber hecho algo para detenerme!
—¿Por qué me culpas por algo que tú hiciste? ¿Tengo yo la habilidad de detenerte?
—¡Tú