—Fuiste —desde el momento en que se encontraron en su segunda vida, él había estado ahí justo cuando lo necesitaba. El acantilado, en el laberinto, y esas veces cuando pensó que su vida iba a terminar, él apareció.
—Hicimos un trato —dijo él.
En efecto. Todo era por causa del trato.
—Voy a sacarte del Imperio Aster mientras tú —te convertirás en mi persona —añadió—. Y siempre protejo a mi gente, Lady Rosie. Deberías recordar eso.
—Entonces, ¿dónde quieres que duerma? —preguntó ella tras unos segundos de silencio. Él la protegería, pero eso no respondía a su pregunta. ¿Dónde quería él que ella durmiera?
—A mi lado. A menos que quieras dormir en el suelo.
Ella tragó. Los recuerdos del 'incidente' en el que 'accidentalmente' se teletransportó al baño surgieron en su cabeza.
—¿Hay algo que te preocupe?
—¿Qué? —se sobresaltó y se preguntó si él también recordaría aquello—. No. Solo estaba pensando.