Mientras Lucas y todos estaban sentados en un café al azar con el príncipe, esperando que este dijera algo, Lucas sintió que un teléfono vibraba en su bolsillo y notó que era el teléfono del príncipe.
—Señor —Lucas tragó saliva cuando vio la mirada fulminante de Sebastián—. Es tu teléfono. Es un mensaje de Azul —dijo Lucas, y Sebastián tomó el teléfono antes de abrir el mensaje.
Parecía que ella había enviado algún tipo de fotos. ¿Qué estaba haciendo esta espía enviándole fotos así? ¿Ha perdido la cabeza?
Espera. ¿Tendrá que ver con la princesa? Sebastián descargó las fotos, y decir que su comportamiento dio un giro de 180° sería poco.
Lucas observó cómo sus ojos pasaron de ser extremadamente fríos y distantes a neutrales y luego cálidos en solo unos segundos, y fue tan rápido que casi parecía increíble.