Reír en presencia de Esong Wu y del Séptimo príncipe no solo era vergonzoso, era mal visto. La líder de los desaprobadores no era otra que su madre.
En la batalla de Escarlata contra la etiqueta adecuada y las señales sociales, estas últimas estaban perdiendo.
—Lo siento, el codo de Adler me golpeó en las costillas —mintió ella.
—Oh —respondió el Séptimo príncipe, fingiendo estar sorprendido—. Eso lo explica. Por un momento me preocupé de que no nos consideraras familia.
Hablaba con una sonrisa en su rostro, pero sus pálidos ojos azules helados decían 'Me atrevo a desafiarme'.
—Eso es imposible —Mega acudió al rescate de su hija—. Escarlata es la esposa de Esong y tú eres su hermano, así que por supuesto todos somos familia —se levantó y caminó hacia Escarlata y la obligó a ponerse de pie—. Luego miró a Markay y a Esong y dijo —por eso nunca debemos permitir que nuestra familia pase hambre. Estaremos en la cocina preparando la cena.