Ocultándose detrás de la pared, Emily se preguntaba qué estaba haciendo Nathaniel incluso en este reino. Quería echar un vistazo, pero cuanto más claros se volvían sus pasos, más difícil le resultaba moverse. ¿Vino desde el Infierno? Quizás el Castillo de la Tormenta constituía solo una fracción del reino intermedio, y ella creía que si abría la puerta principal y salía, encontraría a muchos otros fantasmas acechando.
—Por fin te encontré —comentó Logan al verla a la izquierda, lo que hizo que Emily se paralizara aún más—. Te dije que no hay salida para ti.
Emily se alejó de la pared, solo para encontrarse directamente frente a Nathaniel, quien parecía sorprendido por su presencia en ese lugar.
—¿Cuándo moriste? —preguntó Nathaniel, frunciendo el ceño, ya que no había escuchado nada acerca de su muerte.
—No lo he hecho. Por favor, llévame de vuelta al reino viviente —suplicó Emily, esperando regresar con Raylen antes de que algo malo pudiera suceder.