Recomendación musical: Define Dancing - Thomas Newman
—¡Achís! —Emily estornudó. Aunque su cabello había dejado de gotear, aún estaba húmedo, al igual que su ropa. La bufanda alrededor de su cuello se sentía pesada, así que se la quitó de los hombros.
—Qué delicada eres, querida —murmuró Raylen, y Emily le lanzó una mirada fulminante.
—Si no tuvieras tus propios acosadores y no me hubieras empujado al lago, estaría perfectamente bien —se quejó Emily. Su nariz hormigueaba, no solo por el agua fría, sino también porque la atmósfera se enfriaba cada segundo que pasaba con los copos de nieve cayendo a su alrededor. Sus ojos se desviaron hacia el hombre muerto en el suelo mientras se alejaban de él.
—Raylen hizo clic con la lengua y bromeó —No hay necesidad de estar celosa de que tengo seguidores, Princesa. Estoy seguro de que pronto tendrás los tuyos en cantidad suficiente.