Chereads / Hasta que regreses / Chapter 10 - Capítulo 10: El regreso a tierras elficas

Chapter 10 - Capítulo 10: El regreso a tierras elficas

Después de atravesar el portal por el que habían entrado, el equipo Beta se encontró repentinamente de vuelta en el mismo lugar de donde habían partido en el mundo de los elfos. Exhaustos y aliviados tras sobrevivir al peligro inminente, todos se dejaron caer al suelo en un suspiro colectivo de alivio una vez que el portal se cerró a sus espaldas.

Elizabeth y Aria recuperaron la conciencia gradualmente. Una vez en pie y exaltadas, el profesor comenzó a regañar a Elizabeth por su acto arriesgado e impulsivo que puso en peligro a todo el equipo.

— Elizabeth, tus acciones temerarias estuvieron a punto de poner en peligro a todo el equipo. Debes reflexionar más antes de actuar con tanta impulsividad —sus palabras resonaron en el aire con un tono firme pero comprensivo.

Con la determinación brillando en su mirada, Elizabeth respondió con voz contenida pero decidida.

— Lo siento, profesor...

Antes de que Elizabeth pudiera terminar su explicación, Aria dio un paso adelante, su voz resonando con valentía y convicción.

— ¡Espera, profesor! Debes conocer lo que Elizabeth hizo por mí cuando nos vimos acosadas por las bestias. Arriesgó su vida para protegerme, demostrando valentía y sacrificio en un momento crítico.

El profesor, sorprendido por la intervención apasionada de Aria, consideró sus palabras con atención antes de romper el silencio con una nueva comprensión de la situación.

— Entiendo... Elizabeth, tus actos no pasaron desapercibidos. Aprecio tu valentía, pero recordemos la importancia de la prudencia en nuestras acciones, habrá un castigo para todos cuando regresemos.

Tras la resolución del tenso intercambio entre el profesor y Elizabeth, un breve silencio cayó sobre el grupo, permitiendo que sus respiraciones y latidos retomaran un ritmo más pausado después del torbellino de emociones. Fue en este instante de calma cuando Ryan tomó la palabra, su comentario dirigido a una presencia que, hasta ahora, había quedado en el umbral de su atención colectiva.

—Y hablando de actos valientes y misteriosos—dijo Ryan, su voz teñida de curiosidad mientras su mirada se desviaba hacia el sujeto desconocido que, con una peculiar falta de intrusión, los observaba—, aún tenemos a nuestro salvador enigmático aquí, quien parece estar más interesado en explorar nuestro campamento que en presentarse.

El grupo, siguiendo el señalamiento de Ryan, dirigió su atención hacia el sujeto, quien había estado curioseando alrededor del campamento con un interés que rozaba lo infantil, tocando casi con asombro cada equipo perteneciente al equipo.

El hombre, al sentirse el centro de atención, se detuvo y los miró directamente a los ojos. Su expresión era una mezcla intrigante de seriedad y diversión, como si la situación en la que se encontraban fuera parte de una aventura mucho mayor y aún desconocida para el equipo Beta.

El profesor y el resto del equipo intercambiaron miradas de asombro y curiosidad. ¿Cómo había sobrevivido en un entorno tan hostil sin comprender plenamente el mundo que lo rodeaba?

Aria, con una cálida sonrisa, se adelantó para comunicarse de una manera más intuitiva y comprensiva aquel hombre, utilizando gestos simples y expresiones faciales para establecer una forma de comunicación básica. El, aunque inicialmente confundido, pronto comenzó a responder con gestos propios, transmitiendo emociones y pensamientos a su manera única.

Mientras el equipo Beta se esforzaba por comprender la perspectiva única de su salvador y adaptarse a su comunicación no verbal, surgía una sensación de inquietud mezclada con fascinación. ¿Qué secretos y habilidades extraordinarias podrían ocultarse en el corazón de este hombre silencioso pero imponente?

Con el sol poniéndose en el horizonte el equipo Beta no tuvo elección más que acampar como estaba previsto antes de llegar a la ciudad para reportar lo sucedido y finalizar su misión, puesto que viajar de noche puede ser complicado.

Después de observar al hombre durante la noche, el grupo notó que, a pesar de su imponente presencia física, había en él una chispa de pureza y maravilla ante las cosas más simples. Esa dualidad de fuerza y sencillez les inspiró a buscar un nombre que reflejara ambas facetas de su carácter.

Alrededor del fuego, mientras el hombre jugaba fascinado con unas chispas que danzaban hacia el cielo nocturno, Natalie tuvo una epifanía.

—Deberíamos llamarlo "Torian", —dijo, capturando la atención del grupo—. Viene de la raíz que significa "guardián" y también evoca esa sensación de inocencia y descubrimiento. Es fuerte como un guardian, pero ve el mundo con la maravilla de quien descubre todo por primera vez.

A todos les gustó la propuesta. La palabra tenía un sonido y un significado que parecían capturar la esencia de su nuevo amigo.

Torian reaccionó al oír su nuevo nombre, mirando a todos con una nueva luz de reconocimiento en sus ojos. Aunque no entendía las palabras, algo en el sonido de "Torian" resonaba con él.

Jamie soltó una risa suave y asintió.

—Realmente, Torian es un viejo guerrero con el corazón de un niño. —Miró hacia Torian, quien ahora jugaba con la tierra bajo sus dedos, absorto en la textura—. Espero que este viejo-niño también sepa ser un buen guardian cuando llegue el momento.

La risa y conversaciones amables llenaron el aire esa noche, solidificando el lugar de Torian dentro del equipo. Aunque su pasado fuera un misterio y su futuro incierto, en ese momento, Torian no era solo el hombre desconocido; era un amigo, un compañero y ahora, un miembro valorado del equipo Beta, su guardián con la curiosidad de un explorador.

A la mañana siguiente tras finalizar la misión en la ciudad élfica, el equipo Beta y Torian se reunieron una última vez con Aria en un claro del bosque. Aria, con una expresión más serena y empática en comparación con su actitud inicial, se acercó a Elizabeth con determinación.

—Elizabeth, debo admitir que... me equivoqué contigo. Tus acciones y valentía durante esta misión han cambiado mi perspectiva. Gracias por tu coraje y por ir tras mí cuando más lo necesitaba. Te debo una disculpa.

Elizabeth, sorprendida por las palabras sinceras de Aria, asintió con una sonrisa amigable. —No hay necesidad de agradecer. Estamos aquí para apoyarnos mutuamente. ¡Nos vemos pronto!

Con un sentimiento de entendimiento mutuo y gratitud, Aria se despidió de Elizabeth con un abrazo y una mirada llena de respeto. Mientras el equipo se preparaba para partir hacia la siguiente etapa de su aventura, Aria les deseó éxito y les recordó que siempre tendrían un lugar en la ciudad élfica si decidían regresar.

A medida que el equipo Beta y Torian se dirigían hacia las oficinas de la Federación para reportar lo ocurrido durante su misión, la atmósfera era de satisfacción y cumplimiento. Todo parecía avanzar sin contratiempos hasta que comenzaron a narrar los detalles de la misión, incluyendo la presencia enigmática y poderosa de Torian.

A medida que relataban sus hazañas, los altos mandos de la Federación y otros líderes presentes en la sala se mostraban cada vez más intrigados por la figura imponente de Torian. Su presencia desafiaba toda lógica conocida, despertando sospechas y curiosidad entre los presentes.

Las miradas furtivas y los susurros entre los líderes revelaban una mezcla de asombro, desconfianza y fascinación hacia Torian. Nunca antes habían encontrado a alguien con su fortaleza y resistencia en un entorno tan hostil como el que habían enfrentado durante la misión.

Torian, ajeno a las miradas inquisitivas que recibía, comenzó a percibir el cambio en la atmósfera de la sala. Las actitudes cautelosas y las miradas de desconfianza lo envolvían, creando un aura de tensión a su alrededor.

El profesor, detectando la creciente incomodidad, intentó calmar la situación y explicar la verdadera naturaleza.

–Torian es un aliado valioso cuya presencia había sido vital para el éxito de la misión. –Exclamos el profesor.

Sin embargo, las semillas de la duda ya habían sido sembradas, y la percepción de Torian como un enigma peligroso comenzaba a arraigarse en las mentes de los presentes.

Con Torian siendo objeto de atención y sospecha, el equipo Beta se encontraba ante el desafío de demostrar la verdadera naturaleza y lealtad del enigmático hombre que habían conocido durante su aventura. ¿Podrán superar esta nueva adversidad y restaurar la confianza en Torian?...