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Chapter 11 - Capítulo 11: Oportunidades

El encargado de esa región era un elfo, el líder Arandel, el cual se levantó de su asiento con un porte que capturó la atención de todos en la sala, su presencia imponente infundía una sensación de respeto y autoridad. Con un gesto de su mano, calmó la agitación y los murmullos que habían llenado la habitación, posteriormente se dirigió hacia el equipo Beta y Torian.

El profesor se acercó con respeto al líder elfo, cuyo rostro reflejaba sabiduría y serenidad.

—Líder Arandel, permíteme hablar sobre la situación de Torian —comenzó el profesor, con una voz calmada pero firme.

Arandel asintió con gesto sereno, indicando al profesor que continúe.

—He pasado muchos años estudiando portales interdimensionales y sus posibles implicaciones. En el caso de Torian, sospecho que su presencia aquí es el resultado de una circunstancia excepcional. Es posible que haya sido arrastrado a través de los múltiples portales, terminando en un lugar inhóspito donde tuvo que adaptarse para sobrevivir, provocando su falta de conocimiento de nuestra vida actual.

Los ojos de Arandel brillaron con interés y preocupación al mismo tiempo.

—¿Y qué sugieres que hagamos al respecto, profesor Samuel Alden? —preguntó Arandel, buscando orientación en medio de la incertidumbre.

El profesor se tomó un momento antes de responder, pensativo.

—Gran lider Arandel, en vista de las circunstancias, propongo que permitamos llevar a Torian a la Tierra, a la Academia #03 -expresó Samuel Alden con firmeza, mirando directamente a los ojos del líder elfo-. Ahí, podrá recibir educación y aprendizaje vital que lo ayudarán a integrarse y comprender mejor nuestro mundo. Dentro de un año, comprometo mi enseñanza personal para brindarle las bases necesarias para desenvolverse por sí mismo y contar su versión de los eventos.

Arandel, considerando la propuesta del profesor, evaluó detenidamente las implicaciones de este plan que prometía desentrañar el enigma en torno a Torian. Con una expresión serena pero pensativa, asintió en señal de aceptación.

—Aceptamos tu propuesta, profesor Alden -respondió Arandel con solemnidad, mostrando confianza en la sabiduría y el compromiso del profesor-. Confiamos en tu juicio y en tu compromiso de guiar a Torian en su transición hacia una comprensión más amplia y una comunicación efectiva. Pot lo que te doy hasta el año que viene, esperamos escuchar sus palabras y encontrar la verdad en su relato.

El profesor Alden, aliviado y agradecido por la benevolencia de Arandel, inclinó su cabeza en señal de respeto.

—Gracias por su comprensión y apoyo, líder Arandel. Su confianza en nuestra propuesta no será en vano -indico Samuel Alden, con un tono de voz lleno de gratitud y determinación.

Aunque la decisión había sido aceptada, no todos en la sala compartían el entusiasmo por el curso de acción elegido. Miradas de desaprobación y murmullos de desacuerdo flotaban en el aire mientras el equipo Beta y Torian se preparaban para retirarse. Sin embargo, la resolución de Arandel había sido clara, y aquellos que se mostraban reacios no tuvieron otra opción que permanecer en silencio, observando de reojo la partida del grupo.

Una vez afuera, la tensión de la reunión se disipó bajo el cielo abierto. Ryan y Jamie no pudieron contener su emoción y se voltearon hacia el resto del grupo con sonrisas de alivio y anticipación.

—¡Esto pide una celebración! ¡Vamos a tomar algo para celebrar nuestro nuevo camino! -exclamó Jamie, con entusiasmo contagiante.

Ryan asintió con entusiasmo, compartiendo la excitación. —Exactamente lo que estaba pensando. Después de todo, merecemos un poco de diversión después de esta tensa reunión.

Torian, aunque no comprendía completamente las implicancias de la reunión ni la causa de la celebración, percibió la mejora en el ánimo de sus compañeros. Intuyendo que la situación había concluido favorablemente, permitió que una pequeña sonrisa se dibujara en su rostro, un gesto simple pero profundamente significativo que capturó la atención del equipo.

La reacción de Torian no pasó desapercibida; su sonrisa, aunque tímida y cauta, fue suficiente para provocar una ola de fascinación y calidez entre sus compañeros. En ese pequeño gesto, vieron reflejada la promesa de nuevas posibilidades, de una camaradería aún más profunda y de un futuro en el que Torian se convertiría en una parte integral de su equipo.

—¡Mira, hasta Torian está de acuerdo! -dijo Ryan, señalando hacia él con una sonrisa cómplice.

—Este es el comienzo de algo grande, muchachos. ¡Vamos! -añadió el profesor Alden, liderando al grupo hacia la celebración.

Con el corazón ligero y el futuro lleno de esperanza, el equipo se dirigió a disfrutar del merecido descanso. Lo que les esperaba era incierto, pero la determinación y la unión que compartían los preparaba para enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara, siempre juntos.

Mientras la música enérgica llenaba el ambiente festivo, el equipo Beta y Torian se sumergían en la celebración las risas y las conversaciones animadas llenaban el espacio, creando una atmósfera de alivio y emoción compartida.

En medio de la alegría que invadía la sala, Torian se encontraba sentado en un rincón, observando atentamente a sus compañeros y a los elfos que mostraban sus habilidades danzantes con curiosidad y asombro en sus ojos. Su rostro reflejaba un cúmulo de emociones: asombro, fascinación y una pizca de anhelo por ser parte de aquella celebración.

A lo lejos, Elizabeth se encontraba sentada también, sintiéndose un tanto tímida y desplazada por la energía abrumadora del ambiente festivo. Sin embargo, al notar la expresión de Torian y su evidente interés por unirse a la diversión, reunió su coraje y decidió acercarse.

Con timidez, Elizabeth se aproximó a Torian y, con voz suave y temblorosa, le hizo una pregunta tímida  —¿Te gustaría bailar?

Torian, ante las palabras de Elizabeth que resonaban en sus oídos de forma misteriosa e intrigante, la miró con atención, sus ojos reflejando desconcierto e incomodidad ante la falta de comprensión.

Mientras Elizabeth se ruborizaba, rememorando el bochornoso episodio, volvió la cabeza avergonzada.

Natalie, desde la distancia, había observado la interacción entre Elizabeth y Torian y, con gestos hábiles y expresivos, trató de transmitir a Torian el verdadero significado de las palabras de Elizabeth.

La comprensión de Torian finalmente se iluminó, y al captar la invitación de Elizabeth, su rostro se llenó de emoción y entusiasmo. Se giró hacia ella con una mirada brillante y una sonrisa ansiosa, listo para sumergirse en la experiencia del baile y compartir aquel momento especial.

Sin embargo, antes de que Torian pudiera expresar su consentimiento, Elizabeth llena de pena huyo al baño ruborizada, esto provocó una reacción cómica e inesperada en la situación. Torian, sin entender del todo lo que estaba sucediendo, se quedó desconcertado, mientras los demás miembros del equipo, contagiados por el absurdo de la escena, no pudieron contener las risas ante la situación surrealista que se desarrollaba.